domingo, 9 de febrero de 2014

Futurismo

El futurismo y la tecnología

El Futurismo, al igual que otras vanguardias contemporáneas a él, rompen con la tradición cultural de occidente que desde 2 siglos anteriores se venía dando, planteando la fundación de una sociedad moderna. 

Después de la presentación del manifiesto futurista de Filippo Tommaso Marinetti se inició el camino de uno de los grupos promotores de las vanguardias de inicios de siglo que propondrían una refundación total de los rasgos que habían marcado y definido la cultura y la sociedad del momento. En su propósito los futuristas no dudaban en mostrarse transgresores y beligerantes; de hecho, el término de vanguardias estaba tomado del campo militar, explicando muy a las claras cuáles eran las intenciones de sus impulsores. Los futuristas atacaron a aquellos sectores de la burguesía, por así decirlo, más anclados con la vida tradicional. En el centro de la crítica se situó la burguesía dedicada a aspectos de la economía que poco tenían que ver con la difusión del maquinismo como, por ejemplo, la burguesía terrateniente de buena parte de Europa; especialmente de las regiones meridionales. Para dar a conocer su proyecto el movimiento recurrió a la elaboración de manifiestos en los que vertebrar sus ideas, inaugurando una práctica que repetirían el resto de vanguardias del momento. En un momento de interés por incrementar los niveles de lectura y acceso de la información a un público mayor, a la masa social, con estas proclamas se pretendía una difusión que incrementase el impacto de sus ideas y que éstas no quedasen restringidas a una minoría de intelectuales. Por ello, los futuristas utilizaron los lenguajes de masas que permitían los medios de comunicación: prensa, cine, radio o fotografía. Con esto se realiza un paso importante en la difusión de este manifiesto dentro los medios tecnológicos, pues la propuesta de valores de los futuristas, contextualizada dentro de una situación mundial de competencia por los mercados internacionales y de carrera en las armas, tuvo uno de sus ejes en el tema de la guerra que a su vez intentaba difundirse por medio la tecnología: la fotografía y el cine.

 El impacto social que se iba difundiendo en las redes sociales de aquél tiempo, específicamente en los medios electrónicos y de multimedia, en pocos años provocaría el enfrentamiento bélico a gran escala en Europa, de tal modo en la culminación de los campos de batalla y la propuesta teórica sobre el papel. Su repercusión en el pensamiento de buena parte de las clases dirigentes y de los Estados Mayores de los ejércitos parecía evidente en el punto noveno de su manifiesto fundacional: «Nosotros queremos glorificar la guerra –la única higiene del mundo–, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los libertarios

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