miércoles, 6 de febrero de 2013

Comentario de la lectura del Capítulo 3 "Metamorfosis del cinematógrafo en cine"

Después de haber hablado del en canto de la imagen, y la influencia que ejerce sobre el cine, es imperativo hablar de una metamorfosis al respecto, que detona la entrada del arte como tal en él. Se van desarrollando varios aspectos que transforman de manera absoluta la visión del cine y su orientación. Ahora ya no es maravillar al espectador con la reproducción de imágenes que encantan con el movimiento y la cercanía a la realidad, ahora "espanta" el hecho de ver la "magia" con los efectos especiales, el montaje, el trucaje, etc., que hacen una verdadera revolución en el Arte, como lo marca el texto. Se deja atrás el realismo absoluto que caracterizaba al cine para convertirse en un irrealismo que vuelve fantástica la imagen, y adquiere, aún, más encanto. Por ejemplo con el trucaje de los dobles y de los fantasmas, que detonan lo irreal y  maravillan al público, pues sale fuera de su alcance y lo mantiene en una confución continua. Y todo esto gracias a personajes sobresalientes que llevaron este séptimo arte hasta la cima de la vanguardia, como el caso de Méliès, cuales trucos "... se enraizan en técnicas claves del arte de la película, comprendido principalmente en ellas al documental y a las actualidades. La sobreimpresión, el primer plano, el fundido y el encadenado son productos de decantación de las imaginaciones de la Star Film" (Pág. 53).

Todos estos aspectos denotan una postura real de lo fantástico en el Arte, que solamente el cine, en mi opinión, más que en la pintura y en otras disciplinas involucradas, se podría alcanzar. Por ejemplo, no se representará la misma impresión de lo fantástico, con todo el juego de los efectos especiales, en las imágenes de la serie del libro "Harry Potter" en el cine, como se podría representar en alguna pintura, en una puesta de teatro o incluso en el mismo libro. "No obstante, lo fantastico es la savia de esos espectáculos. Y es, aunque estetizada y desvalorizada, la visión mágica del mundo que se perpetúa a través de ellos... Las metamorfosis permanecen vivas y activas en la hechicería infantil, en los cuentos y relatos fantásticos de la juventud y en la prestidigitación que, aunque reducida a la exhibición de feria, es exactamente arte mágico, no solamente por los traslados de lo visible a lo invisible y recíprocamente (apariciones, desapariciones), sino, también y sobretodo por las transmutaciones y transformaciones" (Pág. 55).

También, otro aspecto importante que menciona el autor y que no se puede escapar es el hecho de la metamorfosis del tiempo y del espacio que también funjen con el desempeño de forjar la visión mágica de la imágen. Y algo que me llamó mucho la atención es cómo manejando estos dos aspectos jugándo con las imágenes, de la misma manera que se proyectan en nuestros sueños, se pueden ir formando la escena fantástica que da pie a la imaginación y la aventura proyectada. Ya más tarde hablará de lo imaginario que involucra lo fantástico en un hecho extraordinario, como lo es la ficción: "Hay que observar que lo fantástico ha sido la primera y descisiva gran ola de lo imaginario, a través de lo cual se ha realizado el paso del cinematógrafo al cine... Lo fantástico va a refluir, a reducirse a  un género, pero este reflujo abandona en la orillla las técnicas del cine y el depósito imaginario: La ficció." (Pág. 73)

Por último, todos los aspectos que involucran al film hacen de él un mundo de ensueño y ficción del que sólo encuentra su cabida en el arte. Asi pues, es muy objetiva la afrimación del autor cuando menciona: "El film encuantra, pues, la imagen soñada, debilitada, achicada, agrandada, aproximada, deformada y obsesionante del mundo secreto al que nos remitamos tanto el la vigilia como en el sueño, de esta vida más grande que en la vida en la que duermen los crímenes y los heroísmos que no realizamos nunca, en las que se ahogan nuestras desepciones y germinan nuestros más locos deseos" (Pág. 75).  Toda esta mágia, realza la misma realidad que se detona en nuestro sueño y lo proyecta hacia lo palpable. El cine es el instrumento por el cual se han de volcar todos estos aspectos y lo hace posibles más que en el sueño y todo se congrega en ello. "El universo del cine tiene genética y estructuralmente algo de la magia, y no es la magia; tiene algo de la afectividad; y tampoco es la subjetividad, música, sueño, ficción, universo fluido, reciprocidad microscópica; términos todos ellos que se ajustan un poco, pero ninguno completamente" (Pág. 79).

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