miércoles, 13 de febrero de 2013

Comentario del capítulo 4 de la lectura "El cine o el hombre imaginario"

EL ALMA DEL CINE
La lectura de esta ocasión me ha parecido un poco más compleja, pero interesante. A comparación de los capítulos anteriores, en éste empieza a hacer una valoración fenomenológica de lo que es el alma del cine, partiendo de la magia y la subjetividad en general. Me parecía, en un primer momento, que nada tenía que ver lo que hablaba con el tema que estábamos tratando, pero, conforme iba avanzando la lectura, pude ver que tal vez la justificación objetiva se movía en torno a las experiencias subjetivas en el individuo que dan cabida a la misma realidad del cine. Es como una proyección patente que entrelaza la vida subjetiva en la persona (identificada en los sueños y la fantasía) con la magia del cine y la imagen. Esto lo entendí con la siguiente cita: "Los procesos de proyección-identificación que están el corazón del cine, se hallan evidentemente en el corazón de la vida... En la medida en que identificamos las imágenes de la pantalla con la vida real, se ponen en movimiento nuestras proyecciones-identificaciones propias de la vida" (Pág. 86). Con esto, la magia de la que habla, es precisamente que el cine tiene esa facultad de volver realidad el sueño agradable o la pesadilla que tuvimos la noche pasada y que solamente se figuraba en nuestra memoria. Así como el imaginar el mostro del pantano y la visita de los extraterrestres a nuestro planeta con el fin de realizar acuerdos y diplomacia. La imaginación ahora es visible y se da un paso considerable del cinematógrafo a la realidad del cine.

El cinematógrafo, como ya lo habíamos mencionado antes, no se prestaba al error o a la ilusión, pues sólo mostraba imágenes que describían la misma realidad y era lo que impresionaba al público que desconocía el trabajo mecánico de éste. Sin embargo, más tarde, se habla del encanto de la imagen por el hecho de proyectar en el espectador tal vez lo que él está sintiendo en ese momento, o lo que ya conoce porque lo vivido en carne propia. Otro hecho, es porque se experimenta una especie de sensibilidad en el espectador que observa lo similar a su vida cotidiana; un trabajo que está acostumbrado a realizar y que ahora va a verlo a una pantalla, (visión desconocida para él). "El ejemplo del cirujano que se desvanece ante la película de una operación revela la sentimentalidad que excita de pronto la impotencia. El médico, al encontrarse fuera de la vida práctica, desprovisto de sus poderes, siente entonces el horror de la carne desnuda y torturada, exactamente como lo sentiría un profano ante la operación real... Las proyecciones-identificaciones se exageran en la pasividad-límite, el sueño." (´Pág. 90).

Estas proyecciones-identificaciones ponen activo el impulso imaginario y de asombro en el individuo y esa es una de las peculiaridades del alma del cine. Pero, todo  lo que se proyecta en el cine, adecúa el efecto ya mencionado en el individuo: las luces, la música, la escenografía, el vestuario, la posición corporal de los actores, etc. Así pues, con la siguiente cita quiero englobar lo que, a mi consideración, es central en el texto, pues pienso que lo demás es solo una repetición para reforzar lo antes dicho:
"Este flujo de imágenes, de sentimientos, de emociones, constituye una corriente de conciencia ersatz que se adapta y adapta en él dinamismo cenestésico, afectivo y mental, del espectador. Todo ocurre como si el film desarrollara una nueva subjetividad que arrastra a la del espectador, o más bien como si dos dinamismos bergsonianos se adaptaran el uno al otro." (Pág. 94).
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario