miércoles, 30 de enero de 2013

Comentario de lectura correspondiente del libro "El cine o el hombre imaginario"

Lo que me llama la atención de la lectura, es que en el primer capítulo va explicando minuciosamente el desarrollo paulatino, y a la vez acelerado, del cine y su aportación al arte contemporáneo. Si bien, con sus bases claras y sólidas en la fotografía, que le da fundamento a una serie de temáticas y narrativas que solamente se podían apreciar en ella. Ahora las adopta el cine. Claro está que, en un primer momento, era la novedad con la proyección de la realidad, como lo demanda el autor Edgar Morin en las primeras páginas del segundo capítulo (Pág 22): "lo que atrajo a las primeras multitudes no fue la salida de una fábrica, ni un tren entrándo a una estación... sino una imagen del tren, una imagen de la salida de una fábrica. La gente no se empujaba en el salón Idien por lo real, sino por la imagen de lo real". Sin embargo, en una primera estancia, emparenta la invención y el desarrollo del cine con el del avión, grandes inventos del siglo XX con aportación mundial a los avances científicos y culturales. Siendo así que el cine revoluciona, hasta ahora, lo que se pensaba de la imagen en la pintura o incluso en la fotografía. Realiza todo un proceso histórico por el que se va purificando su idea primordial y toma forma en la imagen narrativa.  La imagen, antes del cine, era la representación estática de la realidad, ahora adquiere movimiento.

La imagen, toma la temática principal del segundo capítulo, ya que en ella se fundamenta, como ya lo había mencionado, la composición del cine y su antecedente que está claro en la fotogenia, pues la "la imagen filmada debía estar adornada de exotismo y de fantasía, aprehendida por lo burlesco, lo fantástico, la historia, la pillería, el gran giñol y las fiestas, las actualidades trucadas, las coronaciones, las batallas navales". Pág 22). Con esto, concidero que es acertado mostrar la importancia de la imagen, más allá de verla como un factor o elemento primordial en el cine que mantiene el contacto con lo real, puesto que habla de que la presencia formal del objeto en la fotografía o en el cine cobra vida, y habla de ella más allá de tratarla como un instrumento que proyecta lo real, además de tomarla como si fuera lo mismo que el recuerdo en nuestra mente. La fotografía funge con este papel importante de darle respaldo con la imágen y mantenerla con vida en el revelado que muestra la realidad pasada y que se convierte en recuerdo. Así pues, dice al respecto: " Toda película cobra vida como una pila que se carga de presencias: rostros amados, objetos animados, acontecimientos, hermosos, extraordinarios, intensos. Por eso el fotógrafo profecionalo aficionado surge en cada uno de los momentos en los que la vida sale de su indiferencia: viajes, fiestas, ceremonias, bautizos, bodas. Sólo el duelo -interesante tabú que comprendemos pronto- permanece inviolado". Pág. 27)

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