miércoles, 27 de febrero de 2013

Comentario de la lectura del capítulo 7 del libro en curso


NACIMIENTO DE UNA RAZÓN. FLORACIÓN DE UN LENGUAJE

Dentro de cine es imperativo encontrar concepciones adecuadas a la abstracción de imágenes que por sí solas desarrollan una ideación. Sin embargo, este lenguaje se mueve a través de signos fortuitos que demandan la presencia de dicha ideación, lenguaje y lógica que caracteriza al cine. Es así que se manifiesta una postura mágica pero concreta y con fundamento en la narrativa que por el simple hecho de mostrar lo maravilloso y mágico no se hace surrealista. “El cine nos da a ver el nacimiento de una razón a partir del sistema de participación del que nace una imagen y un alma” (Pág. 154) Con la inauguración en el cinematógrafo de las diversas técnicas que componen una narrativa se presenta objetivamente la realidad simbólica que muestra el natural esencial de la magia en el cine; por ejemplo el autor menciona la sobreimpresión y la repetición que realizan puntualizaciones simbólicas que conllevan a un lenguaje concreto y se convierte en signo. La metáfora se vuelve indispensable cuando hay un manejo adecuado de esta demanda, pero si la realización es adecuada.

Hay una participación de las imágenes que realizan un diálogo, y que de trasfondo tienen en sí la abstracción de las mismas, y cuando se presenta la escenificación y el plano se sobreentienden paulatinamente; es así que el autor menciona que “cada plano, al mismo tiempo que determina el campo de la atención, orienta un campo de significación… todo plano del cine contiene un germen de abstracción.”(Pág. 157). También el sonido e incluso la misma música forman parte de ese diálogo que comparte la lógica del cine. Expresa una objetividad inteligible que se proyecta adecuadamente en el público que ve la película. Todo esto va formando un discurso, la misma voz de los personajes de una película expresan toda una simbología que desnudan el alma del cine y si anteriormente era la expresión corporal, ahora la voz toma el telón narrativo que acelera y concretiza la subjetividad de un film. "Las bases y los instrumentos del cine son los del tono afectivo y del descifraje racional, y construyen al mismo tiempo una imaginación y un discurso" (Pág. 165).

"El lenguaje del cine ha surgido de la misma génesis, conoce la misma continuidad dialéctica que el lenguaje de las palabras, pero está mucho más diferenciado." (Pág. 167). Todo forma un discurso, se unen elementos artísticos que lo complementan; el concepto a tornado en la expresión corporal, la música ubica la subjetividad y la desplaza a todos lados, el film constuye las bases narrativas que se encuentran en el diálogo entre el espectador y la imagen. Todo nos lleva a encontrar la proyección de la vida imaginaria y subjetiva del individuo. Por eso, poco a poco el autor describe toda una serie de estudios sobre el lenguaje, citándo a Hegel y algunos ejemplos, pero escribe al final algo que a mi parecer es esencial y engloba todo lo mencionado en la lectura, con eso de que le gusta el choro: "El cine, como la música, contiene la persepcíón inmediata del alma por sí misma. Como la poesía, se desarrolla en el campo de la imaginación. Pero más que la poesía, más que la pintura y la escultura, opera por y a través de un mundo de objetos dotados de la persepción práctica, y expone narrativamente un encadenamiento de acontecimientos. Le falta el concepto, pero lo produce, y por eso, si no las expresa todas, fermenta la virtualidad del espíritu humano." (Pág. 178)

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